ECOGLOS - Algodón orgánico
En el #EcoGlos de hoy hablamos de "algodón orgánico".
El algodón es una fibra textil vegetal muy presente en nuestras casas y no solo en nuestros armarios: Toallas, sábanas, cortinas, tapicerías... y, por supuesto, en la mayoría de las prendas que usamos para vestir.
El algodón es el producto agrícola no alimentario más importante del mundo. A nivel mundial, los mayores consumidores de algodón son China e India, fundamentalmente para la fabricación textil.
Durante el ciclo 2019/2020 se estimó un consumo récord de 124.600 millones de pacas de algodón, un 2,7% más que el año anterior. * El Economista: “El mercado mundial y nacional del algodón”
Cada paca contiene un promedio de 210 a 240 kilos de algodón, así que con una sencilla multiplicación obtendremos la cantidad real de consumo de algodón en una unidad que todos identificamos fácilmente, los kilos.
El masivo cultivo de algodón, al que se destinan gigantescas extensiones de terreno, hace que disminuya la tierra disponible para cultivos agroalimentarios, algo no muy coherente con la necesidad de poner fin al hambre en el mundo.
El vertido de tóxicos y emisiones a través de pesticidas y herbicidas, por ejemplo, el desmesurado consumo de agua o huella hídrica de la que hablaremos próximamente y, por supuesto, la explotación de la mano de obra, totalmente desprotegida en materia de derechos humanos, independientemente de sus edades, puso en el ojo del huracán lo insostenible de estos cultivos y sus procedimientos.
La aparición del algodón orgánico como un avance para la efectiva protección del planeta y los derechos de las personas, hace que nos planteemos una importante reflexión:
¿De verdad hay tanto algodón orgánico como vemos en las etiquetas de la ropa? ¿Cómo puede ser que el precio de una prenda confeccionada con algodón orgánico sea prácticamente el mismo que la misma prenda hecha con un algodón de cultivo convencional? ¿Puede valer una camiseta de algodón orgánico 3€? ¿Es posible que las marcas lowcost vendan algodón orgánico manteniendo los precios? ¿Qué garantías nos da este etiquetado? ¿Es una estrategia “greenwashing”?
Hablaremos de ello en el siguiente EcoGlos.